Cómo crear un blog de éxito en 8 pasos
«¿Y yo para qué quiero un blog?» Un blog corporativo es una herramienta de tu marca al servicio de su público. Un público que, al fin y al cabo, leerá y compartirá tu marca.
Partiendo de la base de que toda marca, sea personal o no, debe tener una web (¿eso lo tenemos claro, verdad?), el siguiente paso es implementar un blog a tu sitio en internet.
«¿Y para qué puñetas quiero yo un blog, si sólo pretendo dibujar o vender camisetas u organizar bodas o lo que sea?» Fácil. El hecho de que tu página tenga un blog tiene dos consecuencias positivas para tu marca.
- Te acerca a la gente. Pueden leerte, saber cómo te expresas y qué cosas te interesan, a ti o a tu marca.
- Y lo segundo… ¿Has oído hablar de eso del SEO y el posicionamiento? ¿Si, verdad? Pues la mejor medicina para el demonio del SEO es un buen blog.
Pero para que tu blog corporativo sea útil no basta con abrirte un blogspot o un wordpress.com y empezar a escribir lo primero que se te ocurra. Es un poco más complicado. Un poco bastante. ¡Ey! ¡No te preocupes! Ya estamos aquí con unos cuantos consejos debajo del brazo para que el trabajo, el tiempo, y el dinero que conlleva crear un blog para tu marca no caigan en saco roto y sean una inversión rentable y de verdadera utilidad; para explicarte cómo crear un blog que mejore tu marca.
Como una marca personal no deja de ser una marca, a partir de ahora hablaremos sólo de marca, pero puedes aplicarlo a tu persona.
1. ¡Me he comprado un blog! ¿Cómo me lo pongo?
Lo primero que tenemos que tener claro a la hora de crear un blog es que forma parte de ti, de tu empresa y de tu marca, así que tiene que estar integrada en ella. No basta con ponerlo en el menú de tu web, sino que debe ser coherente tanto gráfica como comunicativamente.
Si tu imagen tiene unos colores corporativos, o un sistema de iconos con un estilo determinado, o una tonalidad característica para las fotos… Debes conseguir que tu blog sea un apéndice de todo eso. No tiene porque ser exactamente igual, de hecho, no debe serlo. Digamos que el blog es un cojín del sofá de tu marca, tiene que conjuntar pero no tiene que tener el mismo color y el mismo estampado. ¡Tu blog y tu web deben complementarse gráficamente!
Tu web y tu blog tienen que ser hermanos, pero no gemelos
Lo mismo tiene que pasar con la comunicación, debe ser complementaria y coherente. Si, por ejemplo, fabricamos suelos laminados, no podemos decir en nuestra web «Llámenos e infórmese de las ventajas de nuestros materiales de última generación» y comenzar un post diciendo «¡Ey! ¿No os pasa que vuestro perrete os guarrea el parqué?». Esta obviedad a veces se nos olvida, puede que no de una manera tan exagerada, pero pasa. Tenemos que tener clara la personalidad de nuestra marca antes de se sentarnos a escribir ante la pantalla en blanco y encontrar el equilibrio.
2. ¿Qué voy a escribir yo aquí, si soy de ciencias?
Puede que seas ilustrador o vendedor de chanclas, y creas que no tienes nada más que dar al mundo que eso, tus dibujos y tus chanclas. Sin duda te equivocas. ¿Te has fijado en que la gente no para de mirar el móvil? Leímos hace poco en un artículo que ya no sabemos aburrirnos un rato, y es una verdad como un templo. El viaje en el autobús, la espera en la consulta del dentista, el rato que tu amigo se retrasa cuando habéis quedado o lo que tarda el camarero en ponerte el café… Son minutos en los que usamos el móvil para distraernos.
La clave está en generar el contenido que a ti te gustaría leer
La pregunta que tienes que hacerte es… ¿Qué están mirando? Seguro que no están buscando una lámina para colgar en su cuarto ni unas chanclas para ir a la playa este verano. Estarán viendo fotos de gatitos, gifs de gente que se cae o, en el mejor de los casos, mirando alguna receta para sorprender a sus suegros en la siguiente cena o leyendo las últimas noticias del día. Están viendo, en resumen, contenido entretenido o interesante. ¡Eso es lo que tienes que darles!
3. Hablaré de mí, de mi marca y de mis productos, que para eso es mi blog, ¿no?
¡NOOOO! Para decir lo fantástico que eres ya tienes lo que gastes en publicidad. Hemos quedado en que crear un blog es darle al público contenido interesante, entretenido y útil. Tus chanclas pueden ser muy cómodas, pero a primera vista no cumplen ninguno de los otros tres requisitos.
Todo producto o servicio tiene un universo alrededor del que se puede hablar
«¿Y entonces que hago? ¿Pongo vídeos de gatitos?» ¡Tampoco! Bueno… Quizá algún día puedes poner vídeos de gatitos jugando con chanclas, todo dependerá del tono de tu comunicación. Lo que tienes que hacer es intentar ver más allá de tu producto o tu servicio y pensar en qué intereses puede tener el tipo de gente que lo consume.
Si vendes chanclas puede que tu público objetivo quiera leer cosas como «10 playas desconocidas en las que descubrir el paraíso», «Cócteles para disfrutar junto al mar» o «5 destinos geniales para pasar tus vacaciones de verano». Todo producto o servicio, por desagradecido y aburrido que parezca, tiene un universo alrededor del que se puede hablar y que puede interesar a su público potencial.
4. ¡Vale! ¡Se me acaba de ocurrir un artículo súper interesante! Pero… ¿Cómo lo cuento?
Lo primero al crear un blog es establecer el tono de la comunicación. Por muy sobria que sea tu marca, en el blog deberías relajarte un poco. Si por ejemplo tienes un despacho de abogados y quieres escribir un artículo sobre los pasos a dar para denunciar una negligencia médica y afrontarla en el juzgado, no lo llenes de términos jurídicos. Nadie quiere leer un texto técnico que no entiende para informarse, así que adapta tu contenido.
Escribe pensando en el SEO, pero también pensando en las personas
Por otra parte, tienes que escribir tus artículos orientándolos al SEO: usar palabras clave, nombrar los archivos de imagen como corresponde, incluir tus palabras clave en los títulos de los artículos, escribir artículos con bastante contenido textual… Ya hablamos de ello en otro post. Eso sí, no te vuelvas loco. Escribir nuestros artículos pensando en el SEO está bien, siempre que no nos olvidamos de que escribimos para personas y, sobre todo, de que no hay SEO que valga si lo que dices no interesa ni si quiera a tu madre.
5. Entendido. Y todo eso… ¿A quién se lo cuento?
Crear un blog exige tomar muchas decisiones, y una de las más importante, es quién vas a hablar desde él. Todo dependerá del nivel de cercanía que quieras tener y de a que nivel quieres personalizar tu marca. Si eres un artista o un profesional individual y quieres que se sepa que todo lo que sale de tu marca sale de ti, lo mejor será usar la 1ª persona del singular para comunicarte; si quieres que todo sea más corporativo, que suene más empresa, deberías utilizar el plural para dar sensación de que es un equipo lo que hay detrás.
Usa las distintas posibilidades del lenguaje para marcar tu nivel de cercanía
Al hablar al lector individual (en 2ª persona del singular) tu comunicación es más cercana, más directa y más apelativa. Por contra, si utilizas el plural, dejas patente que escribes para otra mucha gente. Esto no es necesariamente malo, pues puedes crear comunidad y hacer que tu lector se sienta parte de un grupo o incluso se sienta parte de tu marca. En este sentido una variante es integrarte en la masa de lectores y hablar como si fueras uno de ellos, como si todos fuerais un grupo: «Vamos a descubrir las playas más desconocidas de España».
6. ¿Pero esto tiene algo que ver con eso del Facebook y el Twitter?
¡Claro! De nada sirve crear un blog para hablarle a las paredes, tienes que difundir tu palabra entre las personas. ¿Cómo crees que toda esa gente ha llegado a los vídeos de gatitos y las recetas de cocina? ¡Exacto! ¡A través de las redes sociales! ¿Tu marca tiene las suyas, no? Si no las tiene, abre tus perfiles, tienes que estar ahí. No en todas, y mucho menos si no las vas a mantener activas y actualizadas, pero sí en aquellas en las que creas que está tu público potencial. Facebook y Twitter son los grandes clásicos.
Comparte el contenido de tu blog en tus perfiles de redes sociales para llegar a la gente
Compartir tu contenido en Facebook o Twitter tiene dos efectos beneficiosos para tu marca. El básico es que publicando tu contenido en las redes en las que está la gente aumentan exponencialmente las posibilidades de que alguien lo vea, pinche y entre. ¡Bien!
Además, en el momento en que tus redes sociales empiecen a compartir contenido útil de creación propia tus seguidores subirán, pues habrá gente que quiera estar enterada de todo lo que escribes cada vez que escribes.
7. Muy bien. ¿Y qué gano yo con todo esto? ¿De qué me sirve crear un blog?
Si, al crear un blog, sigues todos nuestros consejos la gente percibirá tu marca como una marca que se preocupa por sus consumidores, como una marca que hace cosas útiles por su público más allá de venderle sus productos. Además, si tu marca genera contenidos interesantes, se compartirán y se hablará bien de ellos, y a la vez que se está compartiendo tu contenido por bueno, se está compartiendo tu marca con connotaciones muy positivas. Es como un anuncio pero que no huele a anuncio.
Google te encontrará antes si llenas tu web de contenido que la gente está buscando
Por otra parte, si miras bien tu web te darás cuenta de que, seguramente, tendrá más enlaces y fotos que contenido textual. Es lo normal, pero a Google no le gusta. La gente que esté buscando «como tratar la ansiedad» o «mi hijo es demasiado tímido» no llegará a la página de tu consulta de psicología. Sin embargo, crear un blog en el que hables de esos temas, hará que te encuentren a ti antes que a otro.
Google no va a encontrarte si no tienes contenido. ¡Al algoritmo de Google no le interesan tus textos cortos y tus fotos corporativas por muy guapo que hayas salido!
8. ¿Entonces no puedo hablar de mí mismo bajo ningún concepto?
Eso tampoco es así. De hecho, todo ese tiempo que tienes que invertir en crear un blog y darle a tus lectores contenido interesante, es un esfuerzo para poder, muy de vez en cuando, hablarles sobre ti. Eso sí, tienes que disfrazarlo de información interesante contando, no sólo lo fantástica que es tu marca, si no tu forma de trabajo o tus procesos. «Nos hemos enfrentado a un caso en el que…», «En el último proyecto que hemos hecho para…»; «La semana pasada colaboramos con…».
Habla sobre tu marca y tus productos siempre en clave de noticia o experiencia interesante para los lectores
Plantéalo siempre como una noticia o como una experiencia que puede interesar a tus lectores, no como un simple autobombo de que guapa soy y que tipo tengo, o como pura venta de lo tengo a euro, niña.
¿Has entendido por qué es tan importante para tu marca, tu empresa, o tu carrera profesional crear un blog? ¡Pues ponte las pilas y llena tu rincón en Internet de contenido interesante que la gente quiera leer y compartir! Cuando compartan un artículo de tu blog, estarán compartiendo tu marca.