Érase una vez: Bárbara Kruger
Negro, blanco y rojo. Ya sé lo que estás pensando pero no, no es la bandera de Yemen, es el estilo propio de Bárbara Kruger.
Puede que aún no la conozcas pero seguro que ya has visto algún trabajo suyo por algún lado, ¿qué te apuestas?
Si pensabas que el pop-art era el único movimiento que se echaba a la saca el imaginario del consumismo para crear algo nuevo, es porque todavía no conoces a Bárbara Kruger.
Bárbara es una artista empoderada en blanco y negro.
Os hemos hablado de mujeres impresionantes, Pati Núñez, Maitena Burundarena, Jessica Hisch… Y ya estábamos tardando en presentaros a Bárbara. Una mujer que, desde finales de los setenta, convierte imágenes publicitarias en una crítica al consumismo y al machismo de nuestra sociedad.
La mujer que ha inspirado a Obey, Banksy e incluso a la marca Supreme. ¡Sigan y lean!
Bárbara Kruger
Diseñadora gráfica, fotógrafa, artista plástica, profesora y crítica de arte. Asomó la cabeza a este mundo en New Jersey en 1945.
Inquieta como todos los artistas, tomó algunas clases de arte y diseño en la Syracuse University y más tarde en la Parson’s de Nueva York con Diane Arbus y Marvin Israel, casi nada.
Igual que le pasó a Andy Warhol, en los primeros años de Kruger en el mundo del diseño gráfico, sus trabajos editoriales y la moda, le despertaron el gusanillo de lo que sería su verdadera vocación: el arte.
Su trayectoria
En 1966, sin haber acabado sus estudios universitarios, se lanza al mundo editorial diseñando para la revista Mademoiselle de Conde Nast y en un año se pone a la cabeza de su departamento de diseño.
Así se pasa 10 añitos trabajando como diseñadora gráfica, directora artística y editora artística para varias revistas, diseñando cubiertas de libros de tema político y editando fotografías.
Más tarde, dará clases en la universidad de California. Allí, inquieta como ella sola, empieza a interesarse por el arte y la fotografía. De esta nueva pasión surge en 1977 Picture/Readings, un libro con fotografías confrontadas por pequeños textos que ya nos daba pistas de lo que pasaría a ser su estilo.
En 1979, en este no parar de hacer y producir, deja sus fotos para usar imágenes comerciales en blanco y negro. Aquí es donde ya vemos a la Bárbara que nos enamora, la de la crítica social en blanco, negro y rojo.
El estilo Kruger
Su marca de identidad: grandes imágenes de la publicidad en blanco y negro a las que estampa un eslogan en blanco sobre una banda roja.
Con la tipografía lo tiene claro, la Futura Bold Oblique como compañera inseparable y la Helvetica Extra Bold cuando necesita una un poco más apretadita.
Clara, sencilla y sarcástica. Así es la obra de esta artista feminista que ha sido portada de Esquire, Newsweek y el New York Times. Algunas obras suyas forman parte de las colecciones permanentes del MOMA y el Museo de Arte Americano.
¿Cómo podemos resumir su obra?
Un zasca en toda la boca al consumismo, la represión femenina y el machismo.
¡No puede gustarnos más!
Nos pilla un poco lejos. Ahora está trabajando para, en 2020, tener una de las exposiciones más importantes de su carrera. El emplazamiento, el Instituto de Arte de Chicago. ¿Os habíamos dicho ya que era un poquito inquieta?
Me molesta mucho lo de «mujeres impresionantes» . Son artistas, autoras, ilustradoras, creadoras, maestras… No «mujeres que inspiran». Ellas siempre con el mujer delante, mujeres que pintan, mujeres que escriben, musas,(uf!) o la repelentemente ñoña «dama», de la canción, del teatro… En fin tenía ganas de decirlo, porque este sexismo es tan habitual que pasa inadvertido(y en este blog, muy interesante por otro lado, eso se da en varios posts).
Dicho lo cual, me encanta Bárbara Kruger. Saludos.