El amor no sólo puede escribirse, no sólo puede ilustrarse. También puede oírse y animarse. Prueba de ello es la columna que cada semana The New York Times sube a su web.
El amor no sólo puede escribirse, no sólo puede ilustrarse. También puede oírse y animarse. Prueba de ello es la columna que cada semana The New York Times sube a su web.
Hay ciertas cosas que son universales: la música, la sonrisa y, obviamente, el amor. Será por eso que, igual que el amor es el tema principal de miles de canciones, también es el protagonista de miles de ilustraciones. ¡Bienvenidos al amor ilustrado!