– ¡Oye! ¿Y esto no me lo podrías dejar más baratito? – Preguntó el señor del traje después de dar un sorbo a su humeante taza de café. -¡A la mierda! – Exclamó, al más…
– ¡Oye! ¿Y esto no me lo podrías dejar más baratito? – Preguntó el señor del traje después de dar un sorbo a su humeante taza de café. -¡A la mierda! – Exclamó, al más…