La publicidad nos dice que comer, como vestir y hasta como pensar, pero esto no siempre fue así. Antes de la llegada de los neones y las pantallas gigantes nuestra forma de pensar era distinta y el paisaje de las ciudades también.
La publicidad nos dice que comer, como vestir y hasta como pensar, pero esto no siempre fue así. Antes de la llegada de los neones y las pantallas gigantes nuestra forma de pensar era distinta y el paisaje de las ciudades también.