Deanna Halsall y el arte de mezclar bien

¿No te han dicho nunca eso de que no es bueno mezclar? Seguro que a Deanna Halsall también se lo dijeron alguna noche que salió de copas. No sabemos si aquel día hizo caso, pero lo que está claro es que no sigue ese consejo a la hora de ponerse a dibujar.

Dice que su trabajo surge del amor por la naturaleza, los pájaros, las barbas y Super Mario, entre otras muchas cosas. Y que le gusta ir a cenar tempranito a casa de sus padres, para después subir al desván a buscar cositas antiguas con texturas molonas que pueda usar en sus ilustraciones, que van a parar tanto al mundo editorial, como a la publicidad y hasta a la decoración interiores.

Sus dibujos son una mezcla de trazo limpio, manchas de acuarela, tramas de semitono, texturas y, a veces, unos bordecitos rasgados que nos recuerdan a Adrian Jonhson. Dicho esto podrías pensar: “¡Uy! ¡Qué de cosas!¿Menudo potaje, no?” Pues la verdad es que aunque viva en Manchester y allí no se les de muy bien eso del buen comer, los potajes artísticos de Deanna Halsall son el recopetín.

Mezclar es bueno. El secreto es privarse del shawarma del final ; )