The Monster Project, que los niños no mueran

Pues es una auténtica pena, pero pasa. Los niños que llevamos dentro, los niños dibujantes, los niños artistas, los niños creativos, se acaban muriendo. Somos muchos los que pensamos que, aunque las Matemáticas, la Física y la Gramática son muy importantes para el desarrollo de la mente de los niños, también es esencial que se cultiven sus capacidades artísticas.

El dibujo es la manera más primitiva de comunicación después de la palabra.  Ahí tienes las pinturas rupestres. Los niños vacían toda la imaginación que tienen en la cabeza en dibujos que las mentes cuadriculadas de los adultos son incapaces de entender. Los dragones no existen, las zebras son blancas y negras, las personas tienen dos pies y dos manos… Nuestra madurez, realista y práctica, le va ganando terreno a nuestra imaginación hasta que al final se muere de pena. Sólo algunos privilegiados son capaces de mantenerla ahí, casi oculta, pero viva. Otros, por desgracia, ya nunca más serán capaces de imaginar algo que vaya más allá de lo que pueden ver sus ojos.

La madurez va ganando terreno a la imaginación hasta que se muere de pena

De todo esto, y ante la disminución de las disciplinas artísticas en las escuelas, nace el Monster Project. ¿Cómo funciona? Niños de primaria dibujan monstruos tal y como se les ocurra, y esos dibujos son recibidos por artistas e ilustradores de todo el mundo que los plasman según les parece y siguiendo su estilo artístico. ¿Para qué sirve todo esto? Dicen los precursores del proyecto que el que los niños vean lo que alguien ha sido capaz de sacar de eso que ellos imaginaron, les ayuda a poner en valor sus ideas y su imaginación y, de esta manera, intentar que sigan creando libremente sin dejar que la madurez mal entendida les gane la partida del todo.

Un proyecto ya en su 2º año de vida, que nos parece todo un acierto. Nos encanta la ilustración y nos encanta esa inocencia y esa imaginación que sólo tienen los niños, así que… ¡Nos encanta el Monster Project!