8 ideazas para regalar a un creativo esta Navidad

A las cenas de Navidad y las discusiones familiares, se suma ya otra tradición que sólo los diseñadores entienden: los encargos de última hora. «Ay, hazme una felicitación para los clientes (pero ponme el logo más grande, que el año pasado casi no se veía» o «Retócame esta foto que la pongamos en el álbum del salón»… No hay favorcillo que no puedas pedirle a un diseñador.

Así que, si te has pasado de malo con tus amigos diseñadores este año. O si estás liado diseñando en Illustrator la carta de Santa Claus de tu prima chica. Haz un parón y date el gustillo de añadir a tu carta uno de estas 8 cositas para regalar a un creativo:

1. Creatividad a golpe de mazo

Este juego de cartas quizás ya lo conoces, pero esto es como el Risk, que siempre es buen momento para volver a él. Se llama The Design Deck, y ha sido diseñado por Ben Barrett-Forrest. Está basado en los mejores libros de diseño, y te servirá luego para elaborar el manual de identidad de marca.

Con uno de estos juegos, hasta idear una campaña para un fondo de inversiones te parecerá una fiesta. El The Design Deck es además uno de esos proyectos exitosos de Kickstarter. Os dejamos el vídeo para que aprendáis también de Ben cómo usarlo.

2. Mide en píxeles, no en centímetros

A veces, y sobre todo cuando estás empezando, resulta difícil pasar de papel a pantalla. Así que esta regla te servirá para medir directamente los píxeles, y calcular cuánto ocupará en tamaño real.

3. Papertrophy, animalitos y polígonos

Esto seguro que ya lo has visto por ahí, pero es que no nos sigue encantando. Al estilo de los trofeos de caza, pero mucho más respetuosos con los animalitos y el medioambiente. Papertrophy te ofrece esculturas de papel poligonales de animales para decorar tu casa o el estudio.

Hay elefantes y ciervos, más tradicionales. Pero ya han pasado de la pared al suelo y ahora encontrarás también pinguinos  u orangutanes de medio metro.

4. Te regalo la luna, el cielo y… ¿por qué no? Una tormenta

Se llama Cloud y es, literalmente, una nube dentro de tu salón. Sí, es una lámpara también, pero no es una lámpara cualquiera. Cloud es un sistema de lámpara y altavoz interactivo que imita muy realistamente a una nube en una tormenta.

Tiene además sensores de movimientos para lanzar relámpagos y truenos. Y un diseño tan tan bello que puedes ponerlo en la lista de «Wish A LOT» de tu Amazon. Eso sí… ve mandando indirectas a ver si alguien hace un mocho para regalártelo porque lo del precio ya es cosa a parte.

5. ¿Algo útil para regalar a un creativo? Una pantonera

Seguro que tienes en tu armario una taza de Pantone. Que sí que sí, que nos molan. Pero si de verdad quieres hacerle un regalo útil a un diseñador y Pantone te suena de algo, entonces regálale mejor una pantonera. En la página de Pantone hay muchas muchísimas para elegir.

Y si quieres ir más allá, entonces puedes regalar a un creativo un Capsure. Una magnífica maquinita que te permitirá medir directamente el color igualarlo con uno de los 1.867 colores sólidos del PANTONE MATCHING SYSTEM.

6. Action Cube Camera, de Polaroid

Esta pequeño cubo, que parece un llavero más que una cámara te permitirá sacar al paparacci que hay en ti. Te cabe en la palma de la mano, la hay en varios colores y tiene ese diseño tan tan bonito de Polaroid, con su arcoíris.

Pero no la subestimes. Puede grabar hasta 90 minutos de vídeo o 32 GB de imágenes en su tarjeta microSD. Tiene un lente de 124° y los nuevos modelos ya cuentan con Wifi. Otra ideaza para regalar a un creativo.

7. Un lápiz para dibujar en 3D

A caballo entre una impresora 3D y un lápiz de diseño, esta maquinita es ideal ideal si quieres explorar el mundo del 3D. Pasar del 2D al 3D «pintando en el aire» seguro que te entretiene tardes enteras.

Además, este producto que ya tiene unos años, ha avanzado bastante y en la web del 3Doodler encontrarás una gran variedad de modelos y colores.

8. Keyboard Cleaner Cleaning Gel

Y este es, desde luego, el regalo más más útil para cualquier que trabaje con teclados. Quizás de parece un poco «ughh!» pero desde luego es muy necesario. Es como un slime de colores con el que sacarás todos esos pelos, uñas y pelusas acumuladas en el teclado desde el principio de los tiempos.