Cirugía estética hecha animación: Supervenus

Hay días en los que alguien tiene una idea brillante y, lo mejor, decide remangarse y ponerse manos a la obra para convertirla en una realidad. Eso fue lo que le pasó a Frédéric Doazan cuando pensó que podría retratar todo el proceso que siguen las mujeres adictas a la cirugía estética desde que se dejan hacer la primera incisión.

Seguro que cuando empezó a circular por Internet hubo polémica al respecto… Es evidente que la cirugía estética es una especialidad de la medicina buena y necesaria, no todo es aumentarse el pecho e hincharse los labios, e incluso hay veces que ese tipo de cosas no son asunto de superficialidad, sino que más bien generan un problema psicológico. Al fin y al cabo, con todas las cosas pasa lo mismo, todo depende del uso y el abuso que se hace de ellas. Lo frívolo no es la cirugía, sino para qué la usas.

Y eso es justamente lo que Frédéric Doazan, que pertenece al colectivo 12fps, critica en esta obra. La obsesión con canon de una belleza que ni siquiera es bella, y el maltrato al que se somete el cuerpo. Piense lo que piense uno sobre la belleza, la cirugía y la mujer como objeto, la factura técnica es impecable y, como es natural, nos encanta el punto de partida de las ilustraciones de los antiguos atlas de anatomía. Desde 2013, el cortometraje ha sido galardonado con 15 premios en países de todo el mundo.

Pero será mejor que no te contemos nada más y que, si aún no lo has visto, lo veas; y si lo has visto, que lo vuelvas a ver. Avisamos que hay agujas, bisturís y sangre. Pero hay vídeos que, aún siendo un pelín desagradables, hay que ver, y Supervenus es uno de ellos.