Diseñar con códigos de barras
Hay quien podría decir que el código de barras es el elemento más feucho de un packaging o del diseño de un libro o una revista. Sí te encuentras a alguien que vaya diciendo eso…
Hay quien podría decir que el código de barras es el elemento más feucho de un packaging o del diseño de un libro o una revista. Sí te encuentras a alguien que vaya diciendo eso por ahí, o incluso si tú mismo lo has dicho alguna vez… ¡Mentira!
«¡Ay, madre mía! ¿A ver dónde encajo yo esa sarta de rayas y números con lo bonito que me había quedado todo?» Seguro que si te has planteado alguna vez el diseño de algo que lleve un código de barras, lo has pensado. Del código de barras no se libra ni un perfume caro… Así que, ya que no podemos con el enemigo, vamos a divertirnos con él.
Es verdad que sin saber cómo funciona, es complicado hacer algo creativo con él… Pero para eso está Steve Simpson. ¡Sí, amigo! ¡Steve no sólo es un ilustrador como la copa de un pino piñonero! Encima el tío es buena gente. Va, coge su Behance y, a través de una muestra de sus trabajos en este fascinante mundo del código rayado, nos explica como hacer uno molón que den ganas recortar aunque no sirvan para entrar en el sorteo de un coche.
Nosotros hemos leído atentamente sus consejos y te los contamos en este post:
1. «¡Con lo chula que es mi paleta, ahora tengo que meter el pegote este de negro sobre blanco!» ¡Qué los colores se pueden cambiar! Eso sí, hay que hacerlo con criterio y con cuidado, porque tienen que tener el suficiente contraste para que el escáner sea capaz de leerlo. ¿Qué es suficiente contraste? Aquí tienes unas pistas.
2. «Perdone señor creador de códigos de barra, pero la tipografía que eligió para los números me parecen un tiro mal dado.» ¡Tranquilidad! ¡No hay que alterarse! Esos números sólo están ahí para que los pobres señores cajeros de Carrefour lo tecleen cuando la maquinita no es capaz de escanear el código, y a ellos les da igual leer el número en Comic Sans que en Bodoni.
3. «En ese hueco podría poner yo algo más chulo que todas esas líneas sin sentido.»
¡Pues claro que sí! Dejando una franja decente en la que no haya interrupciones y en la que el scaner sea capaz de reconocer la primera y la última línea, puedes hacer con él lo que quieras. Cumpliendo esto, no habrá problema.
De todas formas, en los tiempos que corren, el innovar con un código de barras no debe asustarte. Como bien dice el bueno de Steve, puedes imprimirlo y escanearlo con una aplicación en tu smartphone. Así comprobarás que funciona todo bien.
«Ahora mismo no se me ocurre qué podría hacer yo mi código maldito y toda esta información que no me ha dado tiempo a asimilar.» Hayas pensado esto último o no, te vamos a enseñar algunos de los trabajos que el señor Simpson nos deja en su Behance. Buenos ejemplos de cómo divertirse y divertir con un código de barras.
Thanks Steve! :)
Jabon