Los 8 propósitos que todo diseñador se plantea para año nuevo y nunca cumple

Año nuevo, vida nueva. En el albor de este año bisiesto empiezan a proliferar los aterradores propósitos de año nuevo, esos que nunca o casi nunca se cumplen. Esas cosas que sabemos que no hemos hecho, o que no hemos hecho del todo bien, o que hemos hecho francamente mal; seguro que pueden arreglarse ahora que empieza un nuevo ciclo y las Navidades nos han llenado de energía.

Un propósito es la promesa de un deseo que no vas a cumplir, y lo sabes.

Empezar la dieta, aprender idiomas, hacer más ejercicio, aprender a bailar el foxtrot… Ese tipo de cosas que la gente se suele plantear empezar a hacer el 1 de Enero. Pero tú como diseñador, como ser diferente en esto de la especie humana, te planteas propósitos diferentes. ¿Quizá alguno tiene que ver con los que nos hemos planteado nosotros?

1. No voy a volver a trabajar nunca para un amigo o un familiar

Para este año ya lo has entendido, nunca sale bien. Trabajas más, cobras menos, nadie termina contento y todo el mundo acaba, más bien, cabreado. A partir de ahora sabrás decir que no, y todo en plan amableme, todo de buen rollo. Seguro que tu familia y tus amigos lo entienden perfectamente, seguro que sí…

2. No voy a dedicar a un trabajo más horas de las que voy a cobrar por él

¡Ya está bien de trabajar gratis! Estás ya muy hartito o hartita de que tus clientes te pidan cambios para el lunes tempranito un viernes a las 3 de la tarde, justo cuando ellos se disponen a planear su maravilloso fin de semana. Tú trabajas tus horas y en las horas en las que toca trabajar. El que quiera que trabajes un sábado por la tarde o un domingo por la mañana que lo pague bien. ¿O no…? Al final creemos que nasti (que bonita expresión «nasti de plasti»)

3. Ya no voy a dar clases de diseño a mis clientes

Este año no intentarás convencerles de lo que no pueden entender. ¿Por qué te preocupas tanto? Si al fin y al cabo el trabajo no es para ti. Lo sabemos, eres un profesional y quieres que tus clientes entiendan el valor de tu trabajo. Pero salvo muy honrosas excepciones eso no pasa. Te repites frases del tipo : «¡No lo pongo en portfolio y listo!»,  «Si quiere mierdaca buena, toma mierdaca buena»; y «A mi plim, yo duermo en pikolín» ¡Ay, alma de cántaro… Eso dura los 15 primeros días de enero! ¿Qué nos apostamos a que el 16 estás explicando la importancia del espacio en blanco dentro de la página?

4. No voy a comprarme más libros, cuadernos, rotuladores y cositas de colores a menos que sea totalmente necesario

No te va a dar tiempo a leer ni a usar todo lo que ya tienes en los años que (según la esperanza de vida media del país más longevo del mundo) vas a ser capaz de vivir y tampoco te sobra el dinero, así que no acumularás más. A partir de este año sabrás reprimir tu instinto de «¡Ay! ¡Qué bonito! ¡Lo quiero!» y  sólo te harás con las cosas que realmente te hagan falta y que realmente vayas a usar. Este gusta mucho en Sr. Sleepless, ya que no dura no llegamos ni al día dos de enero. Es un propósito maravilloso.

5. No voy a procrastinar tanto

Este año has perdido mucho tiempo. Que si Facebook me entretiene, que si Instagram es una herramienta de trabajo (me «desorino»), que si pasar mucho tiempo leyendo correos, que si tu madre te llama, que si el perro te ladra, que si la abuela fuma… ¡Se acabó! A partir de ahora te vas a aislar cual niño-burbuja y te vas a poner a lo que te tienes que poner. No apagas el router porque lo necesitas para trabajar y para Facebook, Instagram, mail… ¡y con estas 20 en oros!

6. Voy a mejorar mi inglés

Es un propósito muy típico, pero en tu caso es diferente. ¿Estás «meriloto» al leer artículos sobre tipografía que tienen pinta de ser muy interesante pero del que no te enteras ni del title? ¿Te sientes mal cuando alguien comparte un vídeo de un ilustrador trabajando que parece bastante molón pero no coges ni lo que maulla el gato del protagonista? ¡Se acabó! ¡Este año te pones! Si, si… Fine, thank you. Yes. Tomorrow. Yes.

7. Voy a hacerme un 365 de algo

Has visto muchos proyectos en los que los creativos hacen un «algo» al día y piensas que eso es justo lo que necesitas para proponerte una rutina, para sentirte bien cumpliendo con un objetivo. No te vas a volver loco, vas a buscarte algo sencillo que te sirva para entrenar tu creatividad y te permita cumplir con el reto. ¿Porque vas a cumplir, verdad…? Bendita inocencia. Es más fácil que te toque la bonoloto dos veces en el primer trimestre del año.

8. Voy a mantener actualizadas mis redes sociales

¡Hay que cuidar el escaparate, así que lo tienes claro! No puedes dejar abandonados tu twitter o tu tumblr, no puedes no tener al día tu Behance. Vas a recuperar el tiempo perdido, ponerlo todo al día y, lo más importante, mantenerlo. Cada vez que hagas algo que merezca la pena vas a compartirlo, pase lo que pase. Siempre… O casi siempre… O nunca, o casi nunca.

¡Ay los propósitos! Al final el mejor propósito, el único importante y el más difícil es ser feliz, al menos intentarlo, que en el intento seguro que ganas más que pierdes. ¡Feliz año!