8 tipografías para resucitar tras morir de amor
¡Ana Moliz vuelve al blog! Nos trae ocho tipografías por la que no vas a poder evitar sentir amor. Amores platónicos, amores románticos, amores de verano… Ocho tipografías para ocho amores distintos.
En estos días en los que nos invade el amor, hemos querido contar de nuevo con Ana Moliz, una profesional enamorada de las letras de la que nos hemos enamorado en Sleepydays. Como ya os contamos, Ana es uno de los pilares de Brigada Estudio, un sitio en el que sabemos de buena tinta que todo lo que hacen lo hacen con amor.
Como si de una cita se tratara, no os vamos a hacer esperar más para tomar algo con la chica de este post. Estas son las tipos para resucitar tras morir de amor con Ana Moliz.
«No me canso de morir de amor por las letras. Mientras mejor las conozco, más las amo. Pero no todos los amores son iguales, hay muchas clases de amor. No se quiere igual a tu pareja que a tu perro o a tu abuela. No digo que quieras más a unos que a otros, simplemente, es distinto.»
1. Magasin, amor de verano
Los amores de verano pueden parecer superficiales a simple vista, pero ¿cuántas historias sucedidas durante unas fugaces vacaciones no se olvidan por muchos años que pasen? La Magasin es una script diferente a todas las demás. Bajo la apariencia desenfada y refrescante de esta tipo se esconde el gran conocimiento tipográfico atesorado por Laura Meseguer durante años de experiencia diseñando tipos. Desde que conozco su trabajo, Laura supone un claro referente para mí por su manera de abordar el diseño de las letras. La Magasin está construida a partir de los principios de la caligrafía inglesa, pero bajo una perspectiva radicalmente original: es vertical, la relación entre rectas y curvas resulta muy atractiva y las ligaduras, graciosas y decorativas, hacen que esta tipo sea idónea para titulares y branding.
2. Tiempos, el primer amor
El primer amor nunca se olvida y, para mí, un amor inolvidable es el de las tipografías de la fundición Klim Type, sobre todo la Tiempos. Inicialmente pensada como una optimización de la Galaxie Copérnico para el rediseño de un periódico español, la Tiempos acabó adquiriendo personalidad propia, muy influida por la Times New Roman, sobre todo en la cursiva. Al ser una tipografía especialmente diseñada para prensa es totalmente idónea para proyectos editoriales, resulta muy legible y posee una gran variedad de pesos. Estas letras están pensadas para ser «invisibles», y es ahí donde reside su belleza.
3. Laplace Mono, amor fatal
El amor fatal es el que deja huella, el que te marca con su personalidad desafiante, como la Laplace Mono, diseñada por Anton Koovit para la fundición Fatype, una tipografía monoespaciada, pero diseñada según los principios de las didonas. Ahora, la era de la razón y la era digital conspiran para crear unas letras en la que se conjuga el atractivo corporal de los tipos de plomo con la modernidad y sofisticación de lo virtual. Para dejarse seducir.
4. Camber, amor a primera vista
Los amores a primera vista, esos que llegan sin saber cómo, de repente, sin prejuicios ni preguntas ni compromisos, amores saludables y divertidos, pero no por ello frívolos o insustanciales. La Camber, del diseñador Eduardo Manso, es una tipografía geométrica que no hace de la geometría su principal virtud, al contrario, es humana, sincera, rotunda y ligera a la vez. Por eso, cuando la descubres no la puedes dejar de mirar. La Camber es muy recomendable para titulares, textos de media extensión y branding.
5. Druk, amor propio
Druk, de Commercial Type, es una tipografía con mucho amor propio, eso pensé cuando la vi por primera vez. Tiene personalidad, actitud, heredada sin duda de aquellas sans serif condesadas del siglo XIX, que tanto acabaron influyendo en el desarrollo posterior del diseño de tipografías, tanto en Europa como en Estados Unidos. La Druk es una tipografía de extremos, concebida para ofrecer nuevas posibilidades a los diseñadores gráficos gracias a que sus tres anchuras pueden combinarse entre sí para crear relaciones audaces y valientes. Una tipo con autoestima.
6. Beausite, amor romántico
El amor romántico tiene algo (mucho, tal vez) de amor fatal. Quizá por ello traigo otra tipo de Fatype, la misma fundición de la Laplace Mono: la deliciosa y joven Beausite, diseñada por Yassin Baggar. La intención era crear una didona sans serif, pero acabó siendo una tipografía con varios niveles de contraste. Una alternativa contemporánea y muy versátil dentro de las grotesk, perfecta para titulares y texto, tanto en pantalla como impresos. Un amor duradero y tranquilo, de esos de paseos al atardecer cogidos de la mano.
7. Stratos, amor platónico
El amor platónico no es un amor imposible o inalcanzable, sino el que nace de la sabiduría y el conocimiento. Tiene algo de espiritual, incluso cerebral, pero no por ello tiene que resultar frío, distante o aburrido. Por todo ello, amo las tipografías geométricas, nacidas al calor de la Bauhaus en los años veinte del siglo pasado, como consecuencia de los cambios de paradigma que introdujeron las vanguardias. Es precisamente el racionalismo geométrico que las alimenta el que las dota de esa irresistible belleza de lo que está en su exacto lugar, algo que los diseñadores comprendemos muy bien. Su minimalismo reside, no en lo mucho o poco, sino en la exactitud, sin modulación ni variaciones en los grosores de los palos. Y la Stratos, de la fundición parisina Production Type, dirigida por Jean-Baptiste Levée, es un compendio de todas estas características. Pero la Stratos no se queda ahí —Levèe es un virtuoso del diseño, ante cuyos conocimientos tipográficos caí rendida de admiración en su conferencia del último Typomad; un tipo capaz de aplicar al diseño de letras los mismos conceptos matemáticos utilizados para optimizar el trazado de las curvas de las autopistas, las clotoides— y se presenta con las mayúsculas condensadas a la manera de los tipos góticos de madera del siglo XX, mientras que las minúsculas sí son más fieles al espíritu geométrico clásico. En fin, que me pasaría horas hablando de Levée, la fundición que dirige y su manera de abordar el diseño tipográfico. Muero de amor.
8. Franklin Gothic, amor incondicional
Pero si existe un amor que realmente merece la pena ese es el que no pide nada a cambio y siempre siempre está ahí, un amor incondicional. Que cada uno piense en quien quiera, yo, en lo referente a las letras, pienso en la Franklin Gothic, diseñada a principios del siglo XX por el estadounidense Morris Fuller Benton y que aun en la actualidad continúa resultando «moderna», en el más amplio y elogioso sentido de la palabra. Una de esas tipografías que no pasan de moda, precisamente porque nunca pretendió estar de moda, sino responder a su verdadera vocación: comunicar razonable y razonadamente. Amor para toda la vida.
Pues hasta aquí este regalazo que nos ha hecho nuestra admiradísima Ana Moliz.
La cita con Ana se nos ha hecho corta. Pero como además de todas estas letras, tenemos también sus números, seguro que volvemos a contar con ella dentro de poco. Porque si el amor de por sí es algo bonito, el amor por las letras es belleza absoluta.
¡Qué suerte poder aprender de gente que sabe tanto y lo enseña con tanta pasión!
¡Gracias, Ana!
Post imprescindible para los enamorados de las letras. Gracias!
Ana Moliz es una maestra con un gusto exquisito para las letras. Nos alegra muchísimo que os ayuden estos posts.