Los ocho ilustradores más «bacanes» de Colombia

No queremos ser como un embajador ruso en una gala de Miss España, pero… ¿Qué sabes de Colombia? ¡Si eres colombiano no vale, eh! Sepas lo que sepas sobre Colombia, hoy seguro que sales de este blog conociendo algo más, o mejor dicho, a alguien más.

No hemos estado físicamente por allí, pero sí que hemos hecho un viaje imaginario, que es una manera de viajar tan bonita como otra, y, a la vuelta,  hemos decidido traerte unos recuerdos en la maleta. No es café, ni un sombrero, ni la camisa negra de Juanes. ¡Lo que te traemos es bastante mejor que todo eso! Son ocho ilustradores colombianos que nos encantan y que para nosotros son muy, muy buenos. Esperamos que los disfrutéis y os encante conocer a estos ilustradores tan bacanos (que en España sería algo así como: de lo bueno lo mejor de lo mejor lo superior).

1. Alejandro Giraldo

¿Crees en el amor a primera vista? Nosotros sí, porque fue lo que nos pasó con este artista de Medellín. Alejandro Giraldo es ilustrador y director de arte, y su estilo es muy personal pero sumamente contemporáneo y dentro de las tendencias actuales. Motivos marineros y barbas pueblan un portfolio de esos de envidiar, con trabajos para clientes como Loewe o Pull and Bear.

2. Randy Mora

Este artista de la ilustración y el collage nació en Bogotá en 1986 ha expuesto en multitud de galerías y ha aparecido en más de una publicación. No es de extrañar. A nosotros su estilo surrealista nos conquistó desde la primera vez que vimos un trabjo suyo y nos ha recordado al gran Eduardo Recife. Si te gusta el mundo collage (y si no también), el trabajo de Randy Mora no va a dejarte indiferente. Nosotros te aplaudimos Randy.

3. Paola Escobar

Con un sentido del color y de la forma incontestable, Paola Escobar ilustra escenas llenas de cosas y personajes, pero sobre todo, de vida. El trazo es un ausente en sus dibujos y las textura son sutiles y elegantes. Un toque naif para una ilustración profusa y muy elaborada. ¡Preciosidad!

4. Gustavo Ortega

Estilo propio es la palabra que mejor define a este artista colombiano que vive en Melbourne, Australia. Sus personajes no son siempre iguales pero si son siempre reconocibles. Narices que se separan de las caras, extremidades superiores alargadas… Gustavo Ortega es un buen ejemplo de como huir del realismo para llegar a lo auténtico. Tiene un rollazo que lo peta.

5. Juan Carlos Osorno

Este artista se auto-denomina a si mismo «dibujante». Estudia artes plásticas en la universidad de Antioquia. Dice que el no busca dibujar cosas sino entender la experiencia de dibujarlas. Asuntos teóricos, a parte, no se puede negar el talento de Juan Carlos Osorno a la hora de agarrar el lápiz y deslizarlo sobre el papel. ¡De patitas colgando!

6. Germán González

Germán es diseñador gráfico e ilustrador freelance. Trabaja desde Medellín centrado en la ilustración tanto tradicional como digital y, sobre todo, en el campo editorial. No obstante, Germán González también emplea su talento en proyectos de moda, música y arte en el más amplio sentido de la palabra. Uno de los ilustradores colombianos más famoso y reconocido. No es de extrañar.

7. Andrés Salinas

Este artista y diseñador colombiano de 25 años (qué alegría ver gente tan jovencita) está muy especializado en la ilustración infantil. Lo cierto es que tiene un estilo que, te puede gustar más o menos, pero es muy personal. Los pequeños personajes de Andrés Salinas llenan de ternura unos vectores digitales que cuentan historias fantásticas y llenas de imaginación. A nosotros nos ha parecido que están llenos de personalidad. ¡Olé Andrés!

8. Catalina Estrada

Una vieja conocida y querida de nuestro blog que no podía faltar dentro de los talentos nacidos en tierras colombianas. Catalina Estrada vive ahora en Barcelona, pero su origen está plasmado en su obra. Una obra llena de naturaleza y colores, donde el folklore de Colombia siempre está presente. Catalina, ya sabes que te queremos ; )

Y hasta aquí nuestro pequeño homenaje a Colombia y sus creadores de imágenes. Es muy importante ver más allá de nuestro ombligo, saltar el charco y darnos cuenta que el talento es universal.