8 consejos para presentar una infografía canela
La infografía es una de las disciplinas que más nos fascinan del diseño. ¿Por qué? ¡Exacto! porque es compleja. ¿Y cómo mostrar toda esa complejidad cuando toca presentarla ante un cliente o presentarla en tu portfolio? ¡Aquí tienes ocho consejos!
¿Te hemos dicho ya que nos encantan las infografías? ¡Pues nos encantan! Será por eso que te contamos tantas cosas de apuntar para estudiar sobre el tema. No tenemos bastante con darte el nombre de los 8 mejores infografistas del mundo, ni tampoco con darte las leyes de la simplicidad de John Maeda para que te salgan redondas. ¡Nada! ¡Nada! Nuestro amor no tiene límites y hoy te traemos otro regalo infografístico (¿Existe eso?).
Has aprendido de los mejores, sabes como llegar a la simplicidad que necesitas, y ahora que tienes la infografía terminada… ¿Qué haces con ella? ¿Cómo haces que luzca? ¿Cual es el secreto para que se vea, por lo menos, lo genial que es? ¡Nosotros te lo contamos! Nos hemos puesto a mirar infografías, infografías, y más infografías chulas en libros, revistas y Behance y aquí tienes 8 consejos para presentar tu infografía a tu cliente, en tu portfolio, a tu profe en la escuela de Diseño en la que estés estudiando o al mundo mundial.
1. Empieza con una introducción
Es importante que antes de ver tu infografía, el cliente sepa a lo que se enfrenta. Evidentemente, si es el cliente el que te ha encargado la infografía, sabrá si versa sobre el embutido ibérico español o el funcionamiento del nuevo satélite de la NASA. Pero es importante que antes de plantársela por delante, lo introduzcas un poco en el universo que has creado en torno al tema propuesto y los datos. Además, la introducción es muy importante, pues es una descripción que te servirá para tu portfolio si decides que este trabajo forme parte de él, ya que los que te visitan no tienen ni repajolera idea de qué es eso que están a punto de ver.
Puedes ver este proyecto de relajaelcoco completo aquí.
Es evidente nuestra admiración por Francesco y Pablo, porque son muy limpitos y no pegan «puntá sin hilo».
2. Incluye tus bocetos
Todo trabajo tiene un proceso, y todo proceso tiene un origen. Enseñar bocetos es algo que le va muy bien a la presentación de cualquier proyecto, pero a uno que trae intrínseca tanta dificultad como una infografía, es aún más necesario. ¿No te gusta a ti también el ver los antes y después en los realities de Divinity? Ver como te habías planteado una cosa y a qué a llegado después de un proceso de trabajo siempre gusta y más a tu cliente, que te está pagando (o no) por él. La gente que vea tu portfolio también valorará tu trabajo y dirá ¡Ooh! ¡Mira!, y eso siempre es un plus.
Puedes ver este y otros proyectos de relajaelcoco aquí.
3. Enseña la infografía tal cual
Todos los detallitos de los que vamos a hablarte aquí están muy bien, pero es importante que no se te olvide lo realmente importante. Tu cliente y/o los visitantes de tu portfolio tienen que ver tu trabajo, y tu trabajo es la infografía. Así que, aunque dejes tu presentación canelosa de arriba a abajo, no tendrás mucho éxito si al final la gente no tiene una visión total y completa de tu trabajo. Enseña tu infografía, sin más añadidos.
Puedes ver este proyecto de Juan David Martínez aquí.
4. Dedica un apartado a la paleta de color y las tipografías
Una infografía es, ante todo, un trabajo de diseño gráfico. Así que lo suyo es que en tu presentación dejes un espacio para hablar de la paleta de color que has usado y de las tipografías que has elegido. Recuerda que una decisión fundamentada te ahorrará muchos diálogos de besugo con el cliente. Si le dices «esta es tu tipografía» mientras explicas un poco que has usado una condensada porque es la que pide una infografía en la que hay que incluir muchos datos en muy poco espacio, das menos pie a que te diga que esa letra es muy alargada y no le gusta. Por otra parte, los que vean tu porfolio sabrán que en esa infografía nada está porque sí, que todo está establecido en ese sistema de colores y tipos que has planteado.
Puedes ver este proyecto de quattrolinee aquí.
5. Enseña la estructura interna de tu infografía
Una pieza tan compleja como una infografía necesita una estructura y una jerarquía. Por eso, es importante que el cliente y el visitante del portfolio vea de manera clara de donde viene esa sensación de que todo está en su sitio, y si no tenían esa sensación empezarán a tenerla. Por eso, te recomendamos que, con la infografía por delante elabores un pequeño esquema, o que hagas una captura del proyecto con todas sus guías y divisiones. ¿A que también te gusta ver eso de cómo están hechas las cosas por dentro? Pues a la gente le pasará lo mismo con tu infografía.
Puedes ver este proyecto de relajaelcoco aquí.
6. Muestra detalles de las ilustraciones y las gráficas
La gente ya ha visto de que va tu infografía, de dónde viene, cual es su estructura interna y, lo más importante, la infografía en general. ¡Ahora es el momento de lucirse! Seguro que has invertido mucho tiempo en que esos iconos quedaran finos, en que las gráficas fueran originales, en que cada pequeño detalle estuviera perfecto. Enséñaselo al mundo exportando por separado pequeños extractos o elementos de la infografía para que se aprecien bien en la presentación.
Puedes ver este proyecto completo de Romualdo Faura aquí.
7. Búscate un mockup decente
Llegamos al momento de sorprender. Tú ya sabes que un mockup no es más que un archivo de Photoshop dónde insertas tu diseño (y puede que tus espectadores también lo sepan) pero para el que se enfrenta al diseño desde fuera un buen mockup en el que pueda ver tu trabajo hecho realidad es siempre en súper plus. ¿Hasta que a ti mismo te hace un poquitico de ilusión cuando metes tu diseño en un mockup y queda bien y parece de verdad? ¡Pues imagínate a la gente que no ha visto como esas imágenes entrababan en Photoshop! Eso sí, hay que cuidar la elección y quedarnos con mockups de calidad. Y si usamos más de dos deberían guardar coherencia entre sí para que no parezca que los ponemos por rellenar a lo loco.
Puedes ver esta y otras infografías de Romualdo Faura aquí.
8. Vuélvete loco con un motion
Esto está a un nivel superior, y más si sabemos de sobra que nuestra infografía va a ir a parar a un papel y no va a salir nunca de él. Pero si a tu cliente y al visitante de tu portfolio le va a encantar un mockup, imagínate tú cómo se va a quedar con un motion en el que todos esos elementos cobran vida, aparecen y desaparecen, van y vienen, suben y bajan. Todo hecho con gusto y con criterio, claro está.
Este es el mismo proyecto de quattrolinee que puedes ver aquí.
Pero bueno, muchas gracias por tanta presencia y tanto amor.
No nos merecemos tanta atención. Nos halaga.
Un abrazo!
Soy fan del trabajo de RELAJAELCOCO, muchas vibras. Saludos desde del Lima – Perú