Málaga ya tiene cartel para su festival de cine

¡Habemus cartel! Sí señor, ya tenemos cartel de la 20 Edición del Festival de Málaga, cine español.

¿Se liará como todos los años? Vamos a ser conservadores y decir que sí (es lo que pasa edición tras edición, lo haga quien lo haga).

Te ponemos en antecedentes… El Festival de Málaga en sus últimas, al menos, cinco ediciones había sacado a concurso el cartel. En un giro de guión deciden comunicar a finales de julio que este año debido a la singularidad de la fecha, 20 aniversario del certamen, harían un encargo directo a un artista nacido y residente en la ciudad con una trayectoria nacional e internacional. Redobles de tambores… Y el encargo/marrón es para Javier Calleja. «¡Bien! ¡Han elegido bien!» Al menos eso pensamos al leer la noticia, porque no vamos a ocultar nuestro aprecio y simpatía por dicho artista.

Con el cartel en la mano (chiste malo y rápido del día) empezamos a leer opiniones, preguntar a compañeros (algunos ganadores del concurso en otras ediciones) y nos asalta alguna que otra duda.

¿Ha conseguido el bueno de Javi librarnos del mal de las últimas ediciones? ¿O por el contrario estamos ante un nuevo David Delfín que fue, malagueño también, el encargado de la edición número diez, fecha también señalada? 

¿Qué pensamos nosotros? Vamos a ello.

¿Concurso o encargo?

Probablemente la pregunta más difícil de contestar. Vistos los resultados de años anteriores, con carteles pobres, malos y alguno, simplemente, lamentable, que se haya optado por contratar a un artista reconocido y con mucho tirón nos parece genial. Pero aquí nos debe surgir otra pregunta, pregunta que se debería hacer el Festival: ¿Se lo encargamos a artistas o a diseñadores? Hay una diferencia muy grande entre unos y otros.

Si con el encargo evitamos carteles como el de la edición número 17, nos decantamos por el encargo siempre. Todavía estamos pensando quién o quienes decidieron que esta pieza era un buen trabajo. Está todo mal, todo.

¿Nos gusta?

Sí. Nos gusta porque es Javier Calleja en estado puro, en contenido y forma. Nos gusta porque no se ha traicionado y, sobre todo, nos gusta porque no ha sido complaciente con el publico en general. Quien caiga en la crítica fácil de «¡eso qué mierda es!» es que no conoce su obra ni al artista.

Creemos que este cartel también sufrirá lo que sufrió el cartel de Javier Mariscal en la edición número once. No seremos muy objetivos en esta afirmación porque a nosotros de Mariscal nos gusta hasta lo que no nos gusta de Mariscal, pero el cartel también nos pareció muy chulo, muy Mariscal. Y eso era importante. Si contratas a un artista es para que haga lo que hace y no ser una mano alquilada.

¿Fallos en aquel cartel? Los mismos que los de Javier Calleja en el suyo, ser más artista que diseñador.

De Mariscal nos gustan hasta los andares, nunca mejor traído.

Javier Calleja se ha plagiado

Este comentario inundará los mentideros. «Yo he visto una obra suya que se llama No art here que es igualita» dirá algún hater aburrido mientras se sube las gafas. Pues sí. No vamos a rebatir esa afirmación. Pero, ¿plagiarse a uno mismo? ¿Eso se puede hacer?

Vamos a dedicar un minuto a la reflexión. Si el año que viene le encargan el cartel a Juanjo Sáez, ya os digo yo y Esperanza Gracia que algún listo dirá: «¡Se parece mucho al anuncio de Lowi!» Para el que, siendo aún más absurdo, acabe diciendo la ya cansina frase de «¡Pero si eso lo hace mi sobrino de 3 años!» Que también va a escuchar el bueno de Javier. Quizás en el comentario para su cartel suban la edad a 10 años XD.

Una muestra del trabajo de Javier Calleja. ¡Se ve que los artistas tiene mucho ese rollo de plagiarse a ellos mismos!

(Léase con ironía o como guste cada uno)

Conclusión

La edición número 20 ya tiene cartel, te guste o no.

Reflexión

Los carteles deberían hacerlo diseñadores. Y si uno quiere la gráfica de un artista, le encarga la gráfica y remata el trabajo un diseñador. Esa es nuestra opinión.

Nuestros dos carteles favoritos de las 20 ediciones la hicieron diseñadores, buenos diseñadores, diseñadores de oficio. Uno llegó vía concurso y el otro vía encargo. Así que ni concurso ni encargo, criterio.

Cartel de  Álvaro Fernández Maldonado, que como bien reza su marca es un buen tipo. Muy buen tipo. El mejor tipo.

Cartel de barfutura realizado por encargo a diseñadores y eso se nota, mucho.

Y ahora a opinar, criticar o reflexionar, que un cartel sin esos ingredientes es menos cartel. ;)