Dr. Lakra, con el arte a flor de piel
Controversia, cultura popular, toque underground y tatuajes, imposible que no nos guste la obra de Jerónimo López Ramírez, conocido en el mundo de la ilustración y el tattoo como Dr. Lakra.
Todo lo que viene de México nos gusta, no lo podemos evitar pero es que es un país donde hay mucho talento. Hoy os hablamos de un oaxaqueño y nos entra la morriña al acordarnos del paseo que dimos por su tierra para conocer los talleres de gráfica de Oaxaca. Te hablamos del artista y tatuador Dr. Lakra.
¿Quieres conocer a Jerónimo López Ramírez (AKA. Dr. Lakra) y ver cómo transforma los estereotipos de la cultura popular mexicana a golpe de tatuaje? Pues aquí lo tienes.
Dr. Lakra, Jerónimo López Ramírez.
Aquello de «de sangre le viene al galgo», a Jerónimo le viene al dedillo. Su padre es el artista gráfico Francisco Toledo y su madre es la antropóloga y conocida poeta Elisa Ramírez. Sus sisters tampoco se quedan atrás, una es poeta y la otra una artista.
Su mote le cayó en Berlín cuando empezó a tatuar allí y se movía con un maletín de doctor. Empezaron a llamarle doctor y él le añadió la palabra lacra que va muy en la línea de su trabajo. De Berlín se fue a Estados Unidos y se puso a tatuar a inmigrantes, pandilleros y presidiarios.
En 1994 volvió a México y fundó el estudio Dermafilia, el primer colectivo de tatuajes del país. En 1999 se asoció a la galería kurimanzutto, un espacio de arte contemporáneo formado por varios de los artistas y que lo representa desde esa fecha.
La obra del Dr. Lakra
Este hombre no sólo tatúa, embellece las imágenes y objetos que caen en sus manos transformándolos y haciéndoles diseños de lo más macabro.
Muñecas, fotos antiguas, ilustraciones médicas del año de la polca, revistas… Todo lo usa para explorar la cultura popular a través de la iconografía contemporánea del tatuaje. Saltó de tatuar sobre piel a «tatuar» sobre lo que pillase con pintura y collage para deleite de todo el que ve su obra.
Las glamorosas portadas de revistas mexicanas cincuenteras, las fotos de luchadores y de estrellas de cine y las muñecas se convierten en figuras macabras, de decadencia sexual y grotescos elementos folclóricos.
Jerónimo resalta la importancia iconográfica histórica y cultural del tatuaje a través de sus obras y todas ellas han acabado rodando más que Willy Fog. Exposiciones en Nueva York, Boston, Monterrey, Ciudad de México, Copenhague, París, Londres, Yokohama (te suena a japo porque está en Japón) y muchas otras ciudades. En el MoMa, el Museo Hammer y el Walker Art Center, se han quedado ya con varias obras del mexicano y forman parte de sus colecciones.
Sus tatuajes salen de la cultura que ha mamado (el día de muertos, las pandillas, los cómics, …) y de otras influencias más místicas que se trae de las culturas tailandesa, filipina y tahitiana.
¿Qué te parece su obra? A nosotros nos encanta porque se moja el culo y hace cosas que no dejan indiferente a nadie. Oye, que si te apasionan los tatuajes, échale un ojo al post de nuestros 8 tatuadores españoles favoritos pero te advertimos que te van a entrar ganas de decorarte la piel.
Quisiera adquirir un cuadro de ductor Lakra